El estrés es un concepto que hasta hace un par de años no se daba en las escuelas, ya que hoy en día a los alumnos no se les exige tanto. La sociedad es quien espera mucho de los futuros adultos, de quienes formarán parte de la sociedad. Por eso, los padres, principalmente, tienen altas expectativas de sus hijos, apuntándolos a diferentes actividades extraescolares durante los cinco días de la semana, más los deberes que la escuela espera que se hagan, apartantado así el tiempo libre que les queda a los niños de ser quienes son, niños. Las altas expectativas de la escuela y las familias hacen que el niño entre en un bucle de ansiedad provocando el estrés. Además, si el poco tiempo libre que tienen lo dedican a las nuevas tecnologías de una manera excesiva repercutirán negativamente en el desarrollo cognitivo y al fin y al cabo a su desarrollo social también, porque tampoco dedican tiempo a salir con los amigos a jugar a la calle.
El vídeo refleja claramente el día a día de los niños y lo que ello provoca. Por ello, nuestra función como futuros docentes es que los niños disfruten más de su tiempo libre y enseñarles diferentes técnicas en el aula para que no sufran de estrés. También debemos hacer entender a los padres que el estrés hoy en día es una realidad y muchos de ellos ni siquiera saben que sus hijos la padecen y es un tema bastante complicado porque las causas que conlleva son bastantes frustrantes para ellos, pudiendo provocar enfermedades y depresión.
En resumen, como docentes tenemos el deber moral de hacer ver a los padres cómo repercute este tema en sus hijos y el deber de ayudar a los niños con actividades, juegos y diferentes técnicas de relajación, como las que empleamos en entradas anteriores, puesto que el estrés infantil es un tema imprescindible a tratar en nuestras aula, y que por desgracia, es ignorado en la sociedad.
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